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Tema de portada mayo 2008 alandar

Entreamigos, otra
madurez posible

BEATRIZ TOSTADO.

“Se trata de levantar un complejo residencial
de apartamentos individuales, con servicios
comunes e instalaciones que permitan la adecuada
atención a los residentes que, gozando
inicialmente de buena salud, con el paso de tiempo






“Otra forma de
vivir juntos satisfactoriamente el resto de la vida entre amigos, con el objetivo de disfrutar, apoyarse y acompañarse. Y hacerlo en un buen ambiente y con unas instalaciones adecuadas
y lo más ecológicas posible, que permitan una vida digna compatibilizando lo individual con lo comunitario. Para ello, varias personas pertenecientes a la comunidad de cristianos de base Santo Tomás de Aquino han creado una cooperativa sin ánimo de lucro que haga posible este proyecto, que tiene vocación de ser una alternativa a las tradicionales residencias de mayores, al abandono o a
convertirse en abuelos esclavos.
Así lo explican desde Entreamigos.“Una forma adecuada de hacerlo es poniendo en común muchos elementos de nuestra vida con otras personas que están en nuestras mismas circunstancias y tienen fundamentalmente el mismo modo de pensar”.
Básicamente, el plan es el siguiente: “Se trata de levantar un complejo residencial de apartamentos individuales, con servicios comunes e instalaciones que permitan la adecuada atención a los residentes que, gozando inicialmente de buena salud, con el paso de tiempo vayan necesitando una atención especializada. Serían apartamentos de 50 m2 aproximadamente, adaptados y con servicios
comunes (comedor, salón social, biblioteca, lavandería, salas para distintos usos, sala para gimnasio y rehabilitación, sala de atención sanitaria, enfermería, cocina, etc.) y amplias zonas verdes”.

Independencia y comunidad
Ciertamente, la base es la conexión entre los miembros, tanto en el plano de los planteamientos y objetivos como en el modo de vida, en la que habrán de conciliar la vida e intimidad de cada uno de los miembros con la convivencia comunitaria. “La proximidad con otras personas, con las cuales existe una sintonía fundamental, permitiría fácilmente un apoyo mutuo…Y cuando el estado de
una persona aconseje su paso a una situación de asistido por un personal profesional, el tránsito a esta nueva situación puede realizarse de una manera casi insensible en este entorno, y, en todo caso, mucho menos traumática de lo que supone la salida de su ambiente y el ingreso en “una residencia de personas asistidas”. Y en cuanto al terreno psicológico, “esta forma de vida que combina independencia y comunidad, tiende a evitar la soledad y el aislamiento tan común en la vida impersonal y masificada de nuestras ciudades. Facilita la formación de redes, imprescindibles para
la identidad y la integración de las personas, en el momento en que la relación con las antiguas
redes (la familia, el trabajo, el movimiento social o político en que se militó…) puede ser
diferente”.

Solidaridad y cooperación
Evidentemente, esta alternativa a lo que ordinariamente se vive cuando se llega a cierta edad tiene unos planteamientos específicos y determinados que han de asumir totalmente quienes decidan unirse a él; ya que no es sólo convivencia, es mucho más. Esta comunidad “se regirá por los principios de solidaridad y cooperación voluntariamente asumidos. Estableciendo además mecanismos para evitar que el Complejo Residencial se transforme en una simple residencia de tercera edad a la que acuden las personas cuando sus condiciones ya no les permiten mantenerse en
el entorno habitual. Y esto por dos motivos. En primer lugar porque frustraría el clima que se pretende lograr con la Cooperativa: un entorno donde personas mayores, pero todavía
totalmente autosuficientes, quieren vivir de una forma alternativa, introduciendo elementos de comunidad, solidaridad y cooperación, que faciliten una vida más gozosa y enriquecedora. Y en segundo lugar por motivos económicos; la aportación económica se determinará según los gastos, dejando a la voluntad de cada uno su aportación en trabajo a la vida de la comunidad”.
En otras palabras, construir un entorno en el que vivir, “con comodidad y con sencillez”.
◗ En un clima afectivo de amistad y cooperación
◗ Basados en un espíritu de solidaridad y tolerancia.
◗ Teniendo cubiertas las necesidades materiales que se vayan presentando con la edad o la
pérdida de salud.
◗ De una forma que potencie nuestras propias posibilidades, lo que contribuye a mantener en las mejores condiciones el cuerpo y el espíritu.
◗ Procurando una vejez que pueda ser agradable y enriquecedora, permitiendo el cultivo de las cualidades y aficiones de cada uno de los residentes.
◗ Considerando las relaciones humanas como fuente principal de bienestar.
◗ Combinando vida de relación social con independencia personal.
◗ Pensando en las generaciones futuras con una forma de vida respetuosa con la naturaleza.
◗ Sin ser una carga para los hijos.
◗ Utilizando los servicios públicos y sociales a los que tenemos derecho.
◗ Con unas exigencias económicas que puedan ser asumidas por un trabajador normal.

Y están abiertos a que se una más gente que, de una manera seria y comprometida, quiera participar en este proyecto, que es, a su vez, parte de la corriente de otro mundo posible, ya que están convencidos de que otra madurez también es posible.

Más información Pilar Ruiz
Tfno: 91 528 68 37 - 600 02 61 64