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viernes, 2 de octubre de 2009

D. Jose Ignacio Goirigolzarri

Cosas que pienso cuando leo la noticia de las cantidades de dinero que se asignan a altos ejecutivos en concepto de bonus, de indemnizaciones etc.
Veo el espectáculo de desmesura en que vivimos y que en este caso de D. Jose Ignacio Goirigolzarri ha sido tan llamativo que han saltado las alarmas.
Pero estamos hartos de ver como unos pocos acaparan trozos enormes de la tarta mientras una inmensa mayoría se quedan a dos velas.
D. José Ignacio a sus 55 años seguro que ya tiene pagada la hipoteca de su casa, el coche, el yate, el apartamento de la playa, la casita en la sierra, sus hijos criados y con carrera, en fin que no tiene necesidades ni capacidad física para gastarse esa cantidad de dinero que le entra todos los días en su cuenta.
Al mismo tiempo yo conozco, con nombres y apellidos, cantidad de niños, jóvenes, mujeres, hombres, personas que viven en 40 m2, que mal comen, que van agobiados de trabajo, que no pueden disfrutar de la vida porque el trocito de tarta que les corresponde ha sido legalmente pero ilegítimamente asignado a este señor y otros del mismo corte.
¡Es para llorar!