Este año 2.010 que se acaba, siempre será para mi, el año de Valencia.
Valencia es un lujazo, de clima, de belleza, de gastronomía y de afectos.
Siempre habiamos ido a Valencia unos días en Navidad, en verano o a fallas pero este año hemos pasado allí tres estupendos meses. Nunca me habia dado cuenta que la ciudad es plana, no tiene cuestas, no te cansas. El aire es marino, un poquito humedo, tibio, sin contaminación.
Pero lo mejor ha sido profundizar en el trato con la familia y tener la capacidad de poder y querer prestar un servicio.
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