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jueves, 26 de junio de 2008

Una gran distancia

Cuando contamos a nuestros nietos que tambien nosotros fuimos niños, ponen carita de incredulos, no pueden imaginarse que su respetable abuelo fue, hace un tiempo, un chaval bromista y juguetón que traía de cabeza a sus padres.
Sin embargo ese niño que fuimos todavia está un poco dentro de nosotros, aunque las desilusiones, el desamor, los políticos corruptos, las injusticias, la delicuencia, la falta de honestidad, el trabajo agotador...etc. lo van hundiendo y llega un día que se nos olvida reir a carcajadas .
¿Como recuperar la alegría? quizás, perdiendo un poquito la memoria y teniendo a los amigos cerca.

1 comentario:

  1. Pilar, ya sabes que en mí tienes a tu primera fans bloguera. Me encantan las fotos ¡cómo podía ser de otra manera! y me encantan los comentarios. No me tienes que decir cómo está la niña Mila. ¡Qué rica! no te voy a decir quien soy porque se va a notar demaasidado. A ver si lo adivinas. Espero tus noticias.

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