
Son pacíficos, razonables, sufridos, comprometidos con su momento.
La historia de España está llena de sufrimiento y sangre, de buena voluntad y de inteligencia que no prospera por la presión de los mediocres o por la sinrazón de los alborotadores.
¿Seremos capaces de ver la frescura y la fuerza de este movimiento y plasmarlo en un cambio que renueve el panorama político?
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