A lo largo de toda la vida, y ya son años, he mantenido una dimensión espiritual de mi existencia. Nunca he podido pensar que solo existe lo que se ve. Como estoy dentro de una cultura occidental cristiana católica tengo muchos fundamentos enraizados en esta cosmovisión pero siempre he procurado pasarlos por el tamiz de la razón.
He dejado crecer en mi la idea de la fraternidad universal y pienso que hoy me configura como persona y experimento que me proporciona libertad, confianza, optimismo, valor...
A esta situación me ha ayudado mucho un grupo de amigos que buscamos respuestas juntos, celebramos juntos y nos divertimos juntos.
Esta semana celebramos la fiesta del Patrón.
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