Cualquier día y en cualquier momento nos puede dar cualquier cosa. Me levanto un día y tengo una especie de maraña en el interior de un ojo, ¡el humor vitreo que se ha desprendido!, Jaime va a la compra y vuelve todo encorvado con un dolor de ciática. Las lindezas de la edad, lo confieso, envejecer no tiene gracia.
Mª Isabel y yo, hace 60 años descubriamos el mundo juntas y eramos felices. Ahora todavia somos capaces de sonreir
No me gustaría llegar a la decrepitud, me parece lamentable el espectaculo que podemos ofrecer al final del camino. Pero, de momento, no hay una puerta razonable para hacer mutis por el foro.
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